El Real Madrid consiguió una cómoda victoria este sábado ante el Huesca en el día en el que dos magos cruzaron su destino. Uno era actor y dejó vacío el corazón de millones de seguidores y el otro era futbolista y, al contrario, ha llenado de ilusión el botín de otros tantos fans. El destino de ambos, con una misma frase: se llama Hazard, Eden Hazard.
El mismo día que Sean Connery se marchaba al cielo, Eden Hazard apareció en el Di Stéfano. Sin ánimo de comparar a ninguno de los dos, la única verdad es que tanto el actor como el futbolista belga han sido los dos magos protagonistas de la jornada.
El primero dejó actuaciones para recordar, películas para ver una y otra vez, y fue, por derecho propio, el mejor Bond de la historia cinematográfica. El segundo aún no ha dejado demasiadas noches para recordar, pero promete pasar a la historia.
Tras un año complicado, entre lesiones y desgracias, el belga se estrenaba como titular este curso en LaLiga Santander y lo hizo mostrando la razón por la que Florentino Pérez y Zinedine Zidane pagaron lo que pagaron por él.
Activo, listo, inteligente, encarador y ganador. Y por si todo fuese poco, goleador. Eden Hazard se sacó un golazo de los que hacía en Londres, con un golpe seco, directo, imposible para el portero.
Que la tierra te sea leve Connery. Aquí te echaremos de menos y siempre recordaremos aquella frase, aunque sea adaptada por otro mago: se llama Hazard, Eden Hazard.