El Real Madrid llegó este sábado al Estadio de la Cerámica con un largo historial de lesionados entre los que, por encima del resto, destacaban Sergio Ramos y Casemiro. Dos hombres tan importantes como difíciles de sustituir... a simple vista. Zinedine Zidane sacó un detalle táctico ante el Villarreal para rendir sin el brasileño.
Su equipo sufre, desde hace mucho, siempre que el brasileño no está. Fede Valverde, cuando está, intenta ocupar su sitio, pero no existe futbolista alguno en la plantilla actual para sustituir a Casemiro.
El trabajo del brasileño es increíble: cubre, marca, presiona, tapa líneas y mucho más. Es fundamental desde que Zinedine Zidane subiese del RM Castilla y este sábado, sin él, el francés ha inventado un nuevo módulo para su equipo.
Cuando el Real Madrid perdía el balón, el posicionamiento de su equipo cambiaba radicalmente. Acostumbrado a presionar en un 1-4-4-2 o en 1-4-1-4-1, el conjunto blanco replegó esta vez en 1-5-3-2, combinando con el 1-5-4-1 si Odegaard actuaba como doble punta o como mediocampista.
Durante la primera mitad, Toni Kroos se insertaba entre centrales para hacer la línea de cinco hombres y crear una telaraña difícil de superar, mientras que en la segunda parte, de forma intermitente, fue Lucas Vázquez el que se ponía como lateral para que Carvajal actuase como tercer central.
El Real Madrid, evidente, sufrió por momentos, echó de menos a su hombre más determinante en cuestiones defensivas -además de Sergio Ramos-, pero Zidane consiguió formar un esquema que, cuando sea necesario, podrá intentar olvidar la importancia de Casemiro.
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— ElDesmarque (@eldesmarque) November 21, 2020