La salida de Cristiano Ronaldo hace ya dos años y medio dejó al Real Madrid con unos problemas de cara a puerta que aún hoy no se han resuelto. Más allá de Karim Benzema, ningún delantero del equipo blanco ha sido capaz de reivindicarse con goles, lo que demuestra la tarea pendiente de Florentino Pérez con los fichajes de delanteros en la última década.
Desde la llegada precisamente del francés allá por 2009, el presidente blanco no ha sido capaz de encontrar otro referente ofensivo en el puesto de delantero centro. Gonzalo Higuaín, que llegó en 2007 bajo la presidencia de Ramón Calderón, ha sido el único delantero con continuidad en estos años.
En el primer año de José Mourinho, el portugués reclamó otro delantero que pudiera acompañar a Benzema e Higuaín, y el club consiguió la cesión de Enmanuel Adebayor en el mercado invernal. Sus números no fueron malos, con ocho goles en medio año y su importancia ante el Tottenham en Champions y el Sevilla en Copa del Rey, pero no convenció al Real Madrid para ejercer su compra.
De ahí hasta 2014 sin fichar otro delantero, con Jesé y Álvaro Morata subiendo desde la cantera para aportar goles. Ese verano, en el último momento, llegó también a préstamo Chicharito Hernández, otro jugador con buenos números que no le sirvieron para quedarse. Nueve goles como suplente habitual, incluyendo uno recordado al Atlético en Champions, más recordados por la afición que por la directiva.
En 2016 el Real Madrid recompró a Álvaro Morata para una sola temporada, en la que cumplió con creces con 19 tantos, aunque sus continuas suplencias le llevaron a marcharse al Chelsea el verano siguiente. Con la marcha de Cristiano Ronaldo llegó otra recompra, la de Mariano, que no ha conseguido asentarse en estas tres temporadas al igual que Borja Mayoral desde el Castilla.
En el verano de 2019 llegó el mayor desembolso de Florentino Pérez por un delantero centro con la llegada de Luka Jovic, pero el serbio sólo ha sumado dos goles en más de 30 partidos. Un ejemplo más que demuestra que el presidente madridista no ha atinado durante estos años a la hora de buscar lo más difícil de encontrar en el mercado de fichajes: goles.