Eder Militao está acostumbrado a verse las caras ante los regates de sus rivales en cada partido del Real Madrid. Lo que quizás no esperaba el defensa del conjunto blanco es el regate de un chaval al parar con su coche en un paso de cebra.
Militao, a su salida de la ciudad deportiva, se detiene para dejar pasar a unos peatones, entre los que se encontraba un niño conduciendo su balón y que no dudó en regatear al defensa blanco.