Duro partido para el Real Madrid en el choque ante el Chelsea en un duelo de UEFA Champions League en el que, tras visto lo visto en los primeros minutos, alguno pensará que el empate no es un mal resultado. Siempre hay que arrepentirse de un empate en casa, y más con un gol encajado, aunque siempre que el equipo blanco dependa de sí mismo, la confianza está en los hombres de Zidane.
Uno de los duelos marcados en la previa como claves en el choque fue el Casemiro vs Kanté en el centro del campo. Junto con Kimmich, el brasileño y el francés están sin duda entre los mejores futbolistas del mundo como pivotes defensivos y los dos marcaron el devenir del duelo.
Porque los primeros minutos fueron un acoso por parte del Chelsea gracias a la velocidad de sus jugadores de ataque y a un N'Golo Kanté que se comió a Luka Modric y, sobre todo, a Kroos. Que el Real Madrid no brillara sobre el campo tuvo buena culpa en el que el alemán estuviera anulado por el omnipresente campeón del mundo en 2018.
El escudo pesa, como dijo Roberto Carlos, y esa es la principal baza del Real Madrid para afrontar un espectacular duelo de vuelta en Londres
Sufría el Real Madrid y comenzó a aparecer Casemiro. El brasileño tiene un motor (de gran cilindrada, hay que aclarar) diésel y tarda en entrar en los partidos hasta acabar demostrando su poderío físico. Con su intensidad defensiva, los madridistas comenzaron a perder el miedo al partido y Karim Benzema se sacó un golazo de la manga para igualar.
De ahí al final, pocas ocasiones de peligro en parte gracias a ese duelo Casemiro-Kanté como los representantes de dos bloques que pocas veces se rompieron. Militao, por cierto, estuvo espectacular cuando esto pasó.
No se movió el marcador y, por si alguien dudaba de este equipo, Roberto Carlos se encargó de demostrar en los micrófonos de Movistar+: "Hay una cosa que importa, el escudo. Tenemos 13 Champions. Con humildad, pero la historia del Real Madrid te permite ir a Londres con optimismo". Lo dicho, que vuelva a rodar el balón.