El trío formado en la medular del Real Madrid con Casemiro, Toni Kroos y Luka Modric es historia no sólo del club blanco, sino del fútbol. Desde que los tres comenzaron a jugar juntos asiduamente en la temporada 15/16, nadie ha conseguido sacarles de la titularidad, dejando a Florentino Pérez un gasto de 250 millones de euros en futbolistas condenados al banquillo.
66 millones de euros costaron entre los tres y pocas operaciones han salido más rentables para el club. El más caro fue Modric, aunque los 35 'kilos' en 2012 por el Balón de Oro de 2018 han quedado ya más que amortizados. Más aún los 25 pagados por Kroos al Bayern (le quedaba un año de contrato) o los seis por Casemiro cuando el brasileño tenía 20 años.
Rafa Benítez probó con ellos en alguna ocasión pero fue Zinedine Zidane, con su llegada en enero de 2016, el que les dio las llaves del juego del Real Madrid. Esto dejó en el banquillo ya desde el principio a jugadores como Isco, Mateo Kovacic o James Rodríguez, que había jugado como interior el año anterior con Ancelotti.
El malagueño ha sido de los pocos centrocampistas que han conseguido hacerse un sitio en el once en todo este tiempo de forma continuada, aunque para ello tuviera que jugar en posiciones más ofensivas. Mención especial para el croata, que tuvo que marcharse tras tres Champions como suplente a ser titular en un Chelsea campeón de Europa.
Fede Valverde es otro de los futbolistas que tiró la puerta, obligando a Zidane en la 19/20 a apostar incluso por cuatro centrocampistas antes del parón por el coronavirus. Después de que Modric recuperase su nivel, el uruguayo se ha asentado como refuerzo desde el banquillo y este año forma la segunda fila junto a Eduardo Camavinga y Dani Ceballos.
Estos tres jugadores aspiran a, en el futuro, poder arrebatarle el puesto a Casemiro, Kroos o Modric. Los cedidos Reinier Jesús y Kubo y el canterano Antonio Blanco también suspiran por una oportunidad.
Hubo otros que no aguantaron, como Marcos Llorente o Martin Odegaard, con quienes Florentino hizo caja sacando 30 y 35 kilos, respectivamente. Estas dos ventas junto a los 45 por Kovacic provocan que el desembolso en los suplentes del trío de oro en el centro del campo del Real Madrid no sea un despilfarro.
Isco (30 millones al Málaga): aún en la plantilla y pieza angular de los últimos éxitos del Real Madrid.
James Rodríguez (75 millones al Mónaco): arrancó como titular y se fue diluyendo con cesiones por medio hasta marcharse gratis.
Lucas Silva (13 millones al Cruzeiro): sólo jugó nueve partidos antes de salir definitivamente. Uno de los mayores errores de Florentino.
Mateo Kovacic (38 millones al Inter): eterno suplente en la medular, acabó saliendo por 45 al Chelsea y triunfando como 'blue'.
Dani Ceballos (16,5 al Betis): Zidane le puso la cruz y, tras dos años en el Arsenal, espera aún convencer a Ancelotti esta temporada recién recuperado de su lesión.
Fede Valverde (5 al Peñarol): llegó para el Castilla y consiguió hacerse un hueco como principal recambio en la medular y como parche para cualquier zona.
Marcos Llorente (canterano): el mediocentro firmó por el Atlético de Madrid a cambio de 30 millones de euros en busca de una oportunidad como titular.
Martin Odegaard (2,8 millones al Stromgodset): una de las grandes apuestas de Florentino salió el pasado verano por 35 'kilos' antes de poder ganarse un puesto como titular en el Real Madrid.
Take Kubo (libre desde el Tokyo FC): la acumulación de futbolistas en su posición y su condición de extracomunitario le han llevado a sumar tres años seguidos como cedido.
Reinier Jesús (30 millones al Flamengo): una cesión poco fructífera en Dortmund ha sembrado dudas con el nivel del internacional olímpico brasileño.
Eduardo Camavinga (31 millones al Rennes): sus 19 años implican que el Real Madrid no tenga prisa con él y poco a poco sigue sumando minutos para seguir formándose.
Antonio Blanco (canterano): Zidane contó con él en su última temporada como recambio de Casemiro pero apenas ha tenido dos ratos con Ancelotti este año.