Lo del Real Madrid no es un milagro. No hay palabra que defina a lo que ha hecho el equipo de Carlo Ancelotti en esta UEFA Champions League, con el Manchester City como último verdugo. El cuadro blanco perdía 0-1 en el tramo final, cuando empezaron a alinearse los planetas. Primero, una jugada de Grealish que Ferland Mendy saca en la línea, casi sin querer... y el rebote da a Foden y se marcha hacia al lado. Inexplicable.
Pero es que apenas unos segundos después, Grealish firmó otra jugada por su banda izquierda y definió al palo largo. Ahí apareció el pie de Thibaut Courtois para desviar el disparo a córner. Y tras ese córner, los dos goles casi consecutivos de Rodrygo Goes que, de repente, llevaban la eliminatoria a la prórroga. No se recuerda nada igual.