El alemán Antonio Rüdiger, al que el Real Madrid está diseñando varias máscaras por su aparatoso golpe ante el Shakhtar Donestk, ya jugó tres meses con este objeto en su etapa en el Chelsea.
Fue en la primavera de 2021, cuando Rüdiger sufrió un doloroso choque, precisamente contra el Real Madrid, en la ida de semifinales de la UEFA Champions League. En los minutos finales, en una pugna en la banda, el alemán se topó de frente con Álvaro Odriozola y se llevó un fuerte golpe en la cara.
Este le ocasionó una rotura de mandíbula por la que solo paró un encuentro. Menos de diez días después de la lesión, el central alemán ya estaba listo para jugar los 90 minutos de una victoria en Premier League en campo del Manchester City. Llegó en perfectas condiciones a la vuelta contra el Real Madrid y fue pilar fundamental para pasar esa eliminatoria y también en la final de la Champions, otra vez contra los 'Sky Blues'.
Durante todos estos partidos, Rüdiger portó una máscara protectora y siguió haciéndolo en verano, en la Eurocopa. La explicación del alemán para seguir con la protección más de un mes después de la lesión fue para evitar riesgos, consciente de que necesitaría ir al límite para que Alemania funcionara en el torneo internacional. Con la selección teutona eliminada en octavos de final contra Inglaterra, Rüdiger pudo recuperarse completamente del contratiempo en sus vacaciones y para el primer amistoso de pretemporada contra el Arsenal, a principios de agosto, el alemán ya no lució máscara.
Ahora Rüdiger se enfrenta a la posibilidad de tener que repetir experiencia en el Real Madrid, tras recibir 20 puntos de sutura el martes por un fuerte golpe con Trubin, el guardameta del Shakhtar Donestk, justo después de marcar el tanto que supuso el empate (1-1).