Este domingo se enfrentan Real Madrid y FC Barcelona en el Clásico del Santiago Bernabéu y, repasando la historia de esta rivalidad, un jugador tiene gran culpa de ello. Luis Figo cambió la ciudad condal por la capital de España en el año 2000 y se convirtió en 'persona non grata' en el Barça. Este fichaje ha estado de actualidad por el documental de Netflix sobre los entresijos de la operación y el portugués ha vuelto a hablar sobre ello.
En una entrevista para The Guardian, el exfutbolista de ambos equipos ha repasado de nuevo cómo fue este cambio de club, en la previa de El Clásico: "En el Barcelona lo tenía todo, pero pensaba que no me estaba yendo a un club de segunda. Si no hubiera sido el Madrid, quizás no me hubiera ido".
"Era un reto, una decisión basada en sentirme valorado y en convencerme de que iba a ser una pieza importantísima. Pudo haber sido una cagada pero no lo fue, gracias a Dios", reflexionó el Balón de Oro del año 2000.
En las elecciones a la presidencia del Real Madrid en el año 2000, Florentino Pérez sorprendió con su promesa si conseguía vencer en los comicios. El empresario madrileño aseguró que ficharía a Luis Figo, la estrella por entonces del Barcelona, y se comprometió a pagar el abono de todos los socios madridistas si no conseguía firmarle.
Después de vencer a Lorenzo Sanz y, tras varios 'tira y afloja' en una operación en la que también estuvo por medio el presidente culé, Joan Gaspart, e incluso Paulo Futre como intermediario, Figo se convirtió en futbolista merengue. El luso ha reconocido, tras la emisión del documental, que él tuvo la última palabra.
"El que decide si voy o no soy yo. Lo tenía todo en el Barcelona y pasarme al Real Madrid me pasó factura. Yo estaba muy tranquilo pero al mismo tiempo tenía el deber de cuidar a los que estaban conmigo. La decisión la tomo yo, soy el responsable de mis acciones", explicó el exjugador de ambos equipos.