El Real Madrid volvió a caer en los errores que tantos puntos le han costado esta temporada. Un equipo plano contra un rival que se encierra, sea el Barcelona o el Mallorca y un Vinícius al que, cuando le sacan el partido, se desquicia y contagia a todo el equipo.
Los de Ancelotti estaban superando al Barça e incluso llegando al área hasta que se produjo el enganchón de Vini con Frenkie de Jong. Una jugada en la que ambos se agarraron y el brasileño terminó tirando al suelo al neerlandés, viendo la amarilla por parte de Munuera Montero.
Una tarjeta muy protestada por todo el Real Madrid y el Santiago Bernabéu y más aún por el propio Vinícius. El jugador madridista siguió jugándose la segunda cartulina con sus protestas ante el árbitro innecesarias por una tarjeta que ya no le iban a quitar. Nada del otro mundo.
Si ya el extremo se sale del partido cuando entra en alguna de estas polémicas, para colmo tenía delante a Ronald Araújo. El uruguayo, un Clásico más, secó a Vini e impidió que pudiera marcharse de él en uno de sus múltiples intentos de regate en el área.
El problema fue que esta acción también sacó del partido al resto de sus compañeros, que no estuvieron cómodos en ningún momento. El Barça dejó atrás tantos años de críticas a equipos que se encerraban para copiar un estilo que, de momento, les da ventaja de cara a la vuelta en el Camp Nou.
Algo tiene que cambiar en el Real Madrid de cara a la vuelta y a ver qué cara saca entonces Vinícius. Con Araujo consolidándose como su 'bestia negra', está por ver si Ancelotti intenta algún retoque que le dé más libertad al futbolista... o sigue obcecado en intentar lo mismo una y otra vez.