Obligado a cerrar la peor de sus rachas ante el Barcelona, tres derrotas consecutivas ante Xavi Hernández en clásicos en distintos escenarios futbolísticos en los que su Real Madrid sintió impotencia ofensiva, Carlo Ancelotti regresa al Camp Nou con urgencias, necesitado de una remontada y con el "once más difícil" por definir.
De la diferencia en el hambre de títulos mostrada en la final de la Supercopa de España, el Real Madrid pasó a la impotencia de no encontrar la fórmula de superar a un Barcelona defensivo, condicionado por las bajas en el Santiago Bernabéu en el primer capítulo de las semifinales coperas, y cerró su mala racha de clásicos de 2023 con una dolorosa derrota el día que debía resucitar LaLiga en el Camp Nou.
Con la misma necesidad de goles que tendrá en el regreso de las semifinales de la Copa del Rey, Ancelotti no realizó ningún cambio táctico y optó en el último cara a cara con Xavi por lo esperado, en un 4-3-3 que aumenta un cuarto centrocampista con la figura del uruguayo Fede Valverde en fase defensiva.
La lección parece aprendida por Ancelotti que a horas del intento de remontada no ocultó que encara "el once más difícil" por las decisiones que debe tomar. El descanso ante el Real Valladolid de jugadores como Dani Carvajal, Fede Valverde o Luka Modric, fueron las primeras pistas del equipo que tiene en mente.
Necesita un golpe de entrenador, decisiones que cambien el rumbo de su historia en el Camp Nou donde Carlo venció en una ocasión, 1-2 en la décima jornada de la pasada Liga, y cayó derrotado en tres visitas por el mismo resultado (2-1).
En una defensa sin lateral izquierdo nato por una nueva lesión de Ferland Mendy, la molestia de rodilla que impidió a Antonio Rüdiger jugar el domingo en Liga, tiene en vilo a 'Carletto'. En el último encuentro en el Camp Nou el elegido para el carril fue Nacho Fernández, fresco tras perderse por sanción el duelo ante el Valladolid y sin tener que medirse en el marcaje a Dembélé, baja por lesión, que tan mal se lo hizo pasar en el pasado.
David Alaba, que marcó su primer gol como madridista en la casa del Barça, podría caer a banda si Rüdiger, que no viajo con Alemania para descansar, se recuperase a tiempo. Todo apunta a que su demarcación será la de central junto a Militao. Y la tercera opción, y menos probable, es la de Eduardo Camavinga lejos del centro del campo y en una demarcación en la que dejó lagunas en algunos encuentros.
El crecimiento de Camavinga provocó que se ganase el puesto de titular como mediocentro y fuese la apuesta de Ancelotti en el último clásico. Aurélien Tchouaméni perdió su sitio y lo reclama para la Copa del Rey. De ese pulso nacen multitud de combinaciones posibles. Algunas dejan al que era un fijo, Toni Kroos, como firme candidato al banquillo si Luka Modric es titular.
La sensación de los últimos clásicos es que el Real Madrid, además de por falta de ideas en los últimos metros y de pegada, comenzó a perder sus partidos en la pelea del centro del campo.
Si lo quiere contrarrestar Ancelotti tiene bazas basadas en la fortaleza de juntar a Tchouaméni y Camavinga, por encima de los galones de Kroos y Modric. Los dos medios que han marcado una época en el Real Madrid, no han rendido juntos al nivel que demanda el equipo en su pulso ante el Barça. Sentar a uno o ambos, con Fede Valverde fresco para la batalla, es una de las duras decisiones a adoptar por el técnico italiano.