No tiene ningún tipo de sentido el partidazo de Karim Benzema en el Clásico entre Barcelona y Real Madrid. Cuatro días después de su 'hat-trick' al Valladolid, el francés se lució en el Camp Nou con otro triplete que demuestra que, en pleno Ramadán, los deportistas musulmanes pueden competir a su nivel... o mejor.
Le ha sentado bien el ayuno al capitán del Real Madrid porque ha completado en menos de una semana dos actuaciones para la historia. El Balón de Oro de la 21/22 ha puesto su candidatura para pelear por el segundo consecutivo y aún queda lo mejor, la UEFA Champions League.
Lo que es el fútbol. En una jugada el Clásico pasó de lo que pudo ser el 1-0 que hubiera minado la moral del Real Madrid al 0-1. Un paradón de Courtois a Lewandowski sirvió para la contra madridista y la combinación entre Benzema y Vinícius para el gol del brasileño... por milímetros ya que Karim la empujó justo al cruzar la línea. En cualquier caso, asistencia del capitán.
En la segunda parte ya llegó el vendaval merengue a la contra, con Vini lanzando los ataques a velocidad de vértigo y Benzema transformando las jugadas. El 0-2, eso sí, llegó después de una acción en la que Militao salvó de forma milagrosa el balón, Modric condujo con Rodrygo llevándose a la defensa y el francés la puso en el fondo de la red con calidad.
Vini se inventó el penalti del 0-3 que Karim no perdonaría, al igual que en el 0-4 que confirmaba su 'hat-trick' y una nueva noche para la historia. Tras varios años de goleadas del Barcelona y victorias del Real Madrid en las que los blancos perdonaban más goles, finalmente cayó el baño por parte merengue. Un resultado que demuestra que este equipo no es que no se rinda, es que hace rendirse al resto.