Florentino Pérez está obligado a hacer algo si no quiere ver como una de las grandes joyas de la cantera del Real Madrid se acaba marchando a otro equipo. Y no a uno cualquiera, sino al Paris Saint-Germain, una escuadra con la que existe una rivalidad bestial, después de todo lo que ocurrió el año anterior con Kylian Mbappé. Nasser Al-Khelaïfi consiguió superar al conjunto entrenado por Carlo Ancelotti, y retener al ex del Mónaco en la plantilla, lo que significó un auténtico jarro de agua fría.
No conforme con eso, ahora puede volver a propinar un varapalo letal al vigente campeón de la Champions League, firmando a Rafa Marín, una de las piezas clave de Raúl González Blanco en el Castilla. Gran parte de la responsabilidad de la magnífica campaña que está haciendo el filial en Primera RFEF, donde es segundo clasificado del Grupo I, a tan solo dos puntos del líder, el Alcorcón, la tiene el zaguero sevillano, que es el líder de la defensa.
Ha rendido a un nivel sobresaliente, disputando prácticamente todos los minutos, y ayudando en faceta ofensiva con dos goles y una asistencia. Asimismo, aporta una solidez y una solvencia bestial, y demuestra una madurez increíble pese a tener solamente 20 años. Por algo es comparado con Sergio Ramos, su ídolo, y le ven progresión y potencial para alcanzar el primer equipo en un futuro realmente cercano. Sin embargo, su momento sigue sin llegar.
No solo no ha debutado todavía en el Santiago Bernabéu, sino que ni siquiera ha entrado en alguna convocatoria de Ancelotti. Esto ha provocado que las negociaciones para renovar su contrato, que finaliza en 2024, estén totalmente paralizadas. Una situación de la que pretende sacar partido el PSG para llevarse al internacional español en categorías inferiores, con el que se han puesto en contacto personalmente, como apunta el diario ‘Sport’.
Si el Madrid no hace nada para lograr que Marín firme una extensión de vínculo, la amenaza de que acabe marchándose con Al-Khelaïfi es realmente elevada.