Marco Asensio lo volvió a hacer y, esta vez, fue en la cara de Florentino Pérez, que lo presenció todo desde el palco del Santiago Bernabéu en el duelo de ida de los cuartos de final de la Champions League en el que el Real Madrid le ganó al Chelsea (2-0). En pleno debate sobre su futuro en equipo madridista y con Brahim Díaz, su supuesto sustituto, apretando para hacerse también un hueco en la plantilla madridista la próxima temporada, el jugador balear demostró que cumple a la perfección el papel que le brinda Carlo Ancelotti.
A mitad de abril, Marco Asensio aún no tiene garantizado si su futuro pasará por el Real Madrid. En marcha negociaciones de renovación en las que ambas partes parecen condenadas a entenderse y en las que el aspecto económico es la clave de todo.
El Real Madrid no parece que pueda encontrar en el mercado a un jugador del perfil de un Asensio que suma nueve goles y seis asistencias esta temporada; mientras que el balear quiere que estos números se traduzcan en mayor protagonismo.
El pasado verano, tras ser el tercer máximo goleador del conjunto blanco, pudo salir pero no se concretó ninguna oferta y se quedó en un último año de contrato en el que alterna titularidades con suplencias y papeles de revulsivo que, como contra el Chelsea, cumple a la perfección.
Un partido del que el balear acabó reforzado a la par que Brahim Díaz, futbolista que podría ocupar su espacio en el Real Madrid la temporada que viene y que salió como MVP del Milan-Nápoles, la otra eliminatoria del miércoles en la Champions League. Los dos jugadores se salen con sus futuros estando en el aire.