Tras ganar la Copa del Rey, el belga Eden Hazard aseguró que quería cumplir el contrato que le resta con el Real Madrid, una temporada más, a pesar de su poca participación, y en la primera oportunidad que tuvo para ganarse con hechos su deseo no estuvo a la altura.
No era titular desde el pasado 3 de enero contra el Cacereño en Copa, en un partido que le acabó señalando y relegando a los últimos lugares del banquillo. Y en Copa, desde el 11 de septiembre, más de ocho meses, 130 días, hasta este 13 de mayo en el que el técnico italiano Carlo Ancelotti abogó por rotaciones masivas, con ocho cambios, pensando en la vuelta de Liga de Campeones contra el Manchester City.
La ausencia del brasileño Rodrygo Goes por unas leves molestias, del francés Karim Benzema y que su compatriota Vinícius Junior arrancase el encuentro en el banquillo le abrieron las puertas de la titularidad y una oportunidad de demostrar que aún es un jugador útil en la plantilla a la que quiere seguir perteneciendo.
La noche de Hazard arrancó con ligeros pitos cuando su nombre sonó por megafonía en un Santiago Bernabéu al que aún entraba la gente. Empezó activo, escorado a banda izquierda pero con desmarques hacia adentro buscando pasillos interiores para ocultar el bajón de velocidad que atraviesa su juego en este punto de su carrera.
Dentro de un partido de ritmo bajo, con un Real Madrid pensando en la 'Champions' y el Getafe con más miedo a perder al ocupar puestos de descenso, el belga intentó varias arrancadas.
El Bernabéu tenía ganas de verle. De comprobar definitivamente si quedaba algo, aunque fuera poco, de aquel que llegó en verano de 2019 como uno de los mejores jugadores del mundo. Hubo runrún en la grada cada vez que cogía el balón, pero se desvaneció pronto.
En dos de las tres ocasiones en las que dejó atrás a su defensor, Hazard recibió falta y no pudo progresar. En la otra, en el minuto 48, sirvió un balón a Marco Asensio en la frontal del área demasiado fuerte para que el español pudiera controlarlo.
Hazard lo intentó, pero sin ritmo ni chispa. Una hora duró su participación contra el Getafe, lo que le hizo jugar casi la mitad que el resto de la temporada -un total de 133 minutos en los que ha repartido una asistencia-.
Activo con sus compañeros, tanto sobre el césped como en un banquillo en el que comentó el gol de Asensio que le dio la victoria al Real Madrid, demostrando un día más que es querido en el vestuario, pero también que su fútbol le permite pocos minutos en la élite.