Carlo Ancelotti, que se enfrenta a un dato temible, fue claro a la hora de confirmar la titularidad de Antonio Rüdiger en el Etihad, como antídoto a la potencia de Erling Haaland, invita a un cambio respecto a los planes recientes del técnico italiano, que podría regresar a la fórmula de Fede Valverde como tercer integrante del tridente para aumentar la fortaleza del centro del campo en fase defensiva y reservar a Rodrygo como revulsivo si el partido no transcurre por buen cauce.
Es el once más difícil de toda la temporada para Ancelotti. El día en el que la temporada del Real Madrid puede pasar a ser sobresaliente si certifica su acceso a la final de la Liga de Campeones tras la conquista de Copa del Rey, Mundial de Clubes y Supercopa de Europa.
Y al Etihad, en la cita marcada en rojo en el calendario madridista del miércoles a las 21:00 horas, llega Ancelotti con toda su plantilla a disposición mucho tiempo después. Con condicionantes, eso sí, ya que Ferland Mendy reapareció ante el Getafe tras dos meses en el dique seco por una rotura muscular y mostró una clara falta de rodaje.
La atención del técnico italiano se centra en la evolución de Eduardo Camavinga, el único titular que iba a disputar los 90 minutos del intrascendente duelo ante el Getafe y al que una dura entrada le produjo un esguince de rodilla. El optimismo marca su evolución y ya en un primer momento 'Carletto' aseguró que podría contar con el francés. Por su cabeza pasa un cambio de demarcación.
La misma confianza la tiene en el estado de David Alaba y de Rodrygo Goes, con mayor inquietud en torno a Karim Benzema que demostró en la ida de semifinales de Champions estar lejos del estado que el Real Madrid necesita para conquistar el Etihad y dar el gran salto a la final.
Con Thibaut Courtois en la portería, consciente de que tendrá que ofrecer su mejor versión en un día decisivo de una Liga de Campeones en la que dejó en cinco de nueve partidos su puerta cero. Sería trascendental repetir lo que consiguió en tres partidos de eliminatorias seguidos, sin encajar goles desde los dos de Anfield en la ida de octavos. Lo logró ante el Liverpool en el Santiago Bernabéu y repitió en los dos duelos frente al Chelsea de cuartos de final. El tanto de Kevin de Bruyne derribó un muro que debe volver a levantar en Mánchester.
Para ello será clave la labor defensiva y ahí emerge la figura de Rüdiger, sin minutos ante el Getafe para estar fresco en la batalla. Como en el Bernabéu y a pesar del regreso tras sanción del brasileño Èder Militao, será el encargado de asumir el reto de volver a frenar a Haaland. Con Dani Carvajal listo para jugar en banda derecha, será en la izquierda donde llega una decisión clave de Ancelotti.
Aunque Camavinga estuviese en perfectas condiciones de jugar y tras asentarse como el lateral que cubrió la baja de Mendy, la presencia en la banda izquierda de Vinícius que permite tener un lateral sin largo recorrido y que Camavinga actué en fase ofensiva como interior, y la posibilidad de aumentar la fortaleza defensiva con la presencia de David Alaba tirado al costado o incluso Nacho Fernández, impulsan el regreso a una fórmula de éxito que había quedado enterrada.
El último partido grande que la puso en el campo Ancelotti fue en el clásico de mal recuerdo de la final de la Supercopa de España, con clara superioridad del Barcelona en Riad. Aquel día alineó al centro del campo que gana fuerza para el Etihad. Camavinga de pivote cubriendo las espaldas de Toni Kroos y Luka Modric. Fede Valverde como tercer atacante y, a la vez, cuarto centrocampista.
El regreso al pasado para aumentar la fortaleza del centro del campo, no conceder una posesión tan abrumadora como tuvo por momentos el City en el Bernabéu (hasta un 70% en el primer acto) y presentar un equipo con líneas más juntas que pueda explotar sus armas al contragolpe, provocarían que un integrante del tridente fuese suplente y el foco apuntaría a Rodrygo.
Pese a que llega con unas molestias de rodilla que arrastras desde hace tiempo, el brasileño estará en condiciones de jugar en Mánchester. Autor de los dos goles al Chelsea en Stamford Bridge y en la final de la Copa del Rey ante Osasuna, ya era un fijo para el técnico italiano. Pero en su banquillo carece de suplentes que puedan dar un giro a un partido si se pone feo. Tan solo Marco Asensio de los que reciben minutos con asiduidad.
Es la difícil decisión que debe tomar 'Carletto' en dos días de preparación del partido con toda su plantilla. Incidirá en la parte táctica tras estudiar el juego de un City invicto en los 25 últimos partidos jugados en su estadio en la Champions, con un dato de 23 triunfos que da forma al gran desafío del Real Madrid para aspirar a una nueva conquista del trofeo más preciado que ha logrado en cinco de las nueve últimas ediciones.