Vinicius ha vuelto a estallar en redes sociales y esta vez ha publicado un vídeo en el que recuerda todos los tipos de insultos, gestos racistas y amenazas que ha sufrido esta temporada. Los cánticos de "mono" en Mestalla se suman a los deseos de que se muera en el Camp Nou, los insultos racistas en Valladolid, Mallorca y el Metropolitano y el muñeco colgado por fans del Atlético de Madrid.
Con cada jornada fuera, una agradable sorpresa. Y hubo muchas esta temporada. Deseos de muerte, el muñeco colgado, muchos gritos criminales... Todo registrado.
Pero el discurso siempre cae en "casos aislados", "un fan". No, no son casos aislados. Sus episodios continuos se difunden en varias ciudades de España (e incluso en un programa de televisión).
La prueba está en el vídeo. Ahora pregunto: ¿cuántos de esos racistas han tenido sus nombres y fotos expuestos en sitios web? Respondo a la facilidad: cero. Nadie para contar una historia triste o hacer esas falsas disculpas públicas.
¿Qué hace falta para criminalizar a estas personas? ¿Y para castigar deportivamente a los clubes? ¿Por qué los patrocinadores no piden explicaciones a La Liga? ¿No se incomodan las televisiones de transmitir esta barbarie cada fin de semana?
El problema es muy grave y los comunicados ya no funcionan. Culpándome a mí mismo para justificar actos criminales tampoco.
No es fútbol, es inhumano.