Carlo Ancelotti tiene un año más de contrato con el Real Madrid. Lo quiere cumplir y, salvo que vayan muy mal las cosas a lo largo del curso, lo va a cumplir. Luego se irá a Brasil, donde ya han confirmado el acuerdo con el italiano. Pero antes, durante los próximos nueve meses, el técnico tiene que tomar una decisión muy importante en el cuadro blanco.
Decisión enfocada al centro del campo, con exceso de jugadores. Unos veteranos, otros más jóvenes. Hay partidos para todos, claro, pero hay alguno que puede quedarse por el camino. Hasta nueve centrocampistas pugnan por los cuatro sitios que tendría el once en caso de mantenerse ese 4-4-2 que ha probado el entrenador en pretemporada. Si regresa al 4-3-3, las opciones de jugar serán aún menores.
Luka Modric y Toni Kroos son los más veteranos. La gran duda es si seguirán jugando en los partidos importantes, en los primeros partidos de Champions, en el derbi o el Clásico. O si, por el contrario, Ancelotti apostará ya en esos encuentros por Tchouaméni y Camavinga, dando el paso definitivo a los jóvenes.
Quien sí parece fijo es Bellingham, jugando de enganche en el rombo para conectar con el ataque y tener llegada al área. Y como sexta opción aparece Fede Valverde, que se libró de la sanción tras dar un puñetazo a Baena y estará disponible desde el primer día. El uruguayo bajó considerablemente su nivel desde enero, pero de momento Ancelotti parece seguir confiando en él.
Esto complica bastante el panorama para los tres centrocampistas restantes: Arda Güler, Brahim Díaz y Dani Ceballos. El turco, para colmo, está lesionado y podría quedarse sin jugar hasta enero, retrasando aún más su período de adaptación tras no haber podido jugar ningún partido en pretemporada.
Brahim ya ha sido el jugador menos usado por Ancelotti en pretemporada. Su posición ideal en el 4-4-2 es la de Bellingham y ahí lo tendrá difícil. Y Ceballos, por su parte, también se ha perdido toda la pretemporada por lesión y partirá en desventaja tras renovar su contrato hasta 2027.