Muchas esperanzas entre los jóvenes del Real Madrid están puestas esta temporada en reconducir a Iker Bravo. Tras un primer año irregular provocado por sus problemas fuera del campo, el conjunto blanco prorrogó un año más su cesión desde el Bayer Leverkusen pero el delantero catalán está volviendo a dejar dudas por su rendimiento.
A pesar de que la temporada pasada ya llegó a instalarse como un habitual del Castilla e incluso le marcó al Barça B en el play off de ascenso a LALIGA Hypermotion, Raúl pasó de él esta campaña. Hasta la fecha sólo ha ido convocado a un partido de Primera RFEF en el que además no tuvo minutos y esto le hizo integrarse en la dinámica de Álvaro Arbeloa en el Juvenil A.
Sin embargo, Iker Bravo tampoco logra centrarse en su calidad futbolística y este pasado fin de semana volvió a liarla. En el encuentro ante el juvenil del Real Valladolid en División de Honor, el delantero fue expulsado después de una entrada y sus posteriores protestas al árbitro. Fue la segunda vez que veía la roja esta campaña, además.
Una situación que evidencia que al Real Madrid le está costando reconducir a un futbolista al que ya el año pasado se le dio un toque de atención. De hecho, el club no llegó a ejecutar la opción de compra por su fichaje en torno a los 10 millones de euros.
Los blancos negociaron con el Bayer Leverkusen una nueva cesión del internacional español sub 19 pero este tiene que cambiar su actitud para tener un sitio. En caso de no encauzarse y volver a ser protagonista por su fútbol, el Real Madrid rechazará pagar por él su compra definitivamente.