Para el Real Madrid, todo son buenas noticias después de la goleada al Alavés por 5-0 este martes el día en el que el equipo ofrecía LALIGA conquistada a la afición. El momento de forma de Vinicius o Jude Bellingham, la racha de Arda Güler y, por supuesto, la exhibición de un Thibaut Courtois que volvió a dejar la portería a cero con hasta 10 paradas contra el conjunto babazorro.
Tres encuentros ya para el belga después de su lesión y ya son 270 minutos sin recibir un gol en su portería. Contra el Cádiz destacó un mano a mano que le sacó Chris Ramos aunque fue un partido plácido, como contra el Granada, pero el Alavés sí que le puso a prueba con numerosos disparos de todos los tipos, sobre todo por parte de Samu Omorodion y Ianis Hagi.
Disparos a bocajarro, lejanos, en rechaces... Courtois sacó su mejor repertorio de paradas para impedir que el Real Madrid marcase y sobre todo destacó una mano abajo al rumano, hijo del exjugador madridista. Una exhibición que aviva aún más si cabe ese debate que se mantendrá hasta la final de Champions entre 'Tibu' y Andriy Lunin.
"Courtois ha hecho un muy buen partido, igual que Militao, progresan muy bien, cada día están mejor. Estamos convencidos de que llegaremos al día 1 a tope. La plantilla está bien, motivada, enchufada y con buena dinámica. Faltan algunos días pero creo que es importante descansar esta semana para preparar bien la final en las dos próximas", reconoció Ancelotti tras el partido antes de confirmar que tanto el belga como Lunin tendrán un partido cada uno de los dos que quedan.
Tras el partido, en zona mixta, el arquero blanco se sintió encantado con su partido y se ve ya al 100%: "Me siento muy bien. Entiendo que hay gente que pueda dudar de cómo vuelves, pero yo sé que iba a volver fuerte. Sigo siendo el mismo Courtois o incluso mejor y voy a seguir trabajando para mejorar".
Courtois reconoció que fue un partido distinto a los anteriores que había tenido hasta la fecha: "Me hacía falta quizás un partido así, recibiendo muchos disparos. Contra el Cádiz hubo un uno contra uno y un tiro lejano y contra el Granada tuve más juego de pies. Necesitaba tiros cercanos, rápidos y de reflejos. De la parada abajo a la izquierda estoy muy orgulloso. Lo que he entrenado tanto tiempo ahora se ve en el campo y tengo que seguir trabajando con Llopis".
Ahora, el meta seguirá trabajando después de unos meses en los que no lo ha pasado bien: "El equipo tiene unos días libres, pero yo voy a seguir entrenando. Haber jugado tres partidos me hace sentir muy feliz porque después de la segunda lesión no sabía si iba a jugar. Estoy muy feliz, ya he podido disfrutar en el Bernabéu dos veces. Soy un hombre muy feliz y tengo que seguir trabajando para llegar a mi mejor nivel".