Toni Kroos se ha despedido del Santiago Bernabéu de manera definitiva. A falta de la final de la Champions League del próximo 1 de junio ante el Borussia Dortmund, el alemán ha disputado este sábado su último partido en el que ha sido su estadio durante la última década. Y como era de esperar, la última ovación ha sido realmente emocionante.
Fue en el minuto 87 cuando todo se detuvo en Chamartín. Kroos se hizo de rogar, eso sí. Dani Ceballos ya estaba preparado, pero había una falta cerca de la frontal del área y quiso lanzarla él. Vieites la envió a córner... y también quiso sacarlo. Valverde culminó la segunda jugada del lanzamiento de esquina con un disparo alto y entonces, por fin, llegó el momento.
El cuarto árbitro elevó el cartelón del '8' y todo el Santiago Bernabéu se puso en pie. Entre ellos, un Isco Alarcón que estaba viendo el partido desde la grada, pues su lesión en el peroné y su paso por quirófano le han impedido estar en estas dos últimas jornadas del campeonato. El malagueño no dudó en aplaudir al germano, con quien compartió vestuario durante cinco años.
Porque es mucho más que fútbol... 🥲
Las lágrimas de Kroos y sus hijos. @ToniKroos @realmadrid
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Se llevó el abrazo de todos sus compañeros y puso el brazalete a Luka Modric. Una vez abandonó el terreno de juego y entró Ceballos, llegaron los abrazos fuera del campo. El centrocampista saludó a Ancelotti y a todos sus compañeros del banquillo, que también se habían puesto en pie. Y posteriormente, a su familia, que estaba en la bocana de vestuarios.
Especialmente emotivas fueron las imágenes que dejó Kroos con sus tres hijos: Leon, Amelie y Fin. Todos estaban llorando, pero sobre todo Amelie, a quien el futbolista cogió en brazos mientras las lágrimas le caían por la cara. Una imagen que Toni, leyenda del fútbol y del Real Madrid, recordará para siempre.