Kylian Mbappé disputaba su primer partido con Francia tras hacerse oficial su fichaje por el Real Madrid. El delantero francés tenía muchas ganas de hacer un buen partido y se notó sobre el campo. Liberado ya de los rumores de los últimos meses, se le vio disfrutar.
El delantero marcó un tanto y dio dos asistencias para firmar una actuación con la que demostró haber recuperado el hambre que dijo haber perdido esta temporada en la víspera del choque.
Tras asistir en los dos primeros goles, Mbappé tenía ganas de hacer el suyo propio y no fue hasta el minuto 85 cuando lo consiguió. El hambre por hacer el gol no solo era por aportar al equipo, sino también porque tenía preparada una dedicatoria especial.
Cuando marcó se levantó la camiseta y se vio la imagen de un hombre. Levantó las manos al cielo en señal de que su dedicatoria iba allí. El gol se lo dedicó a su tío Álex que recientemente ha fallecido y era una forma de hacerle un homenaje.
El Mbappé más eléctrico apareció por el estadio Saint-Symphorien de Metz. En el costado izquierdo de Francia, justo en el mismo lugar que ocupa Vinícius en el Real Madrid, no escatimó en esfuerzos para gustar al planeta fútbol. Fue un constante incordio para Jans y Mahmutovic, desbordados constantemente por la flamante adquisición de la entidad presidida por Florentino Pérez.
Francia se encomendó a su estrella y a las apariciones de Griezmann, también muy fino y muy conectado con Mbappé. El jugador del Atlético de Madrid ofreció una clase magistral de manejo de los tiempos, últimos pases y llegadas al área de Luxemburgo que a punto estuvieron de terminar en gol.
Los hombres de Didier Deschamps, claros favoritos para ganar la Eurocopa, pisaron el acelerador con Mbappé y Griezmann muy bien secundados por el resto del once inicial, en el que dos años después apareció N'Golo Kanté.
Mbappé quería más. No le bastaban dos pases de gol. Ha recuperado toda su voracidad y quería su premio. Lo buscó durante todo el partido y lo encontró a falta de cinco minutos para el final, cuando culminó una internada de Barcola con un remate desde el punto de penalti. Fue un gol de '9', como el que a veces necesita el Real Madrid.
Fue la guinda a un gran partido de Mbappé. Junto a Griezmann, que gobernó el duelo con un tempo único, fue el mejor. Francia dejó muy buenas sensaciones y los aficionados del Real Madrid ya se frotan las manos con su nuevo fichaje.