Iker Bravo, una de las jóvenes promesas del fútbol español que llegó al Real Madrid procedente del Bayer Leverkusen, ha anunciado este domingo su despedida del club blanco tras dos campañas.
A los 19 años y tras una buena temporada en el aspecto personal -faltaron los triunfos colectivos- en el Juvenil A de Álvaro Arbeloa y la primera con menos protagonismo en el Casilla de Raúl González, el futbolista catalán deja la camiseta blanca al no hacerse efectiva su opción de compra y busca ya nuevos horizontes, incluido el Europeo sub 19 tras la última citación del seleccionador, José Lana.
"Hola Madridistas, ha llegado el momento de despedirnos", afirma Iker Bravo en un mensaje publicado en sus redes sociales, en el que asegura que "han sido dos años de mucho aprendizaje, de entender la vida con la exigencia de ser un profesional del Real Madrid y, por tanto, de crecimiento y madurez personal".
Da las gracias a compañeros y todo el personal de la ciudad deportiva de Valdebebas, así como a la afición, medios de comunicación y a Arbeloa y su cuerpo técnico. "No sólo me han hecho mejor futbolista en todos los aspectos, sino, sobre todo, mejor persona. Me llevo de vosotros la mejor lección de vida", señala.
"Que lo que este sueño un día unió, se mantenga en el tiempo, vivamos lo que nos toque vivir. Gracias Real Madrid", añade Iker Bravo.
Con 19 años recién cumplidos, el futbolista ya hay varios clubes que están interesados en su fichaje ante su gran rendimiento. La única vía que tenía el club merengue de que no se marchara es ejercer la opción de comprar de diez millones de euros que tenía pactada con el Leverkusen.
Sin embargo, gastarse esa cifra por un jugador que no ha terminado de convencer en los dos primeros equipos no era algo que convenciera al club blanco.