De la BBC que hizo historia en el Real Madrid integrada por Bale, Benzema y Cristiano Ronaldo-, se pasa en el presente a la BMV -Bellingham, Mbappé y Vinícius-, cuya primera aparición dio el primer título del curso al equipo de Carlo Ancelotti, la Supercopa de Europa, e ilusionó al madridismo con un año de récord en un camino con siete competiciones.
Con el permiso de Rodrygo Goes, al que Ancelotti mantuvo en su rol, titular en el nuevo tridente ofensivo, modificando la demarcación de Jude Bellingham, nace la BMV entre los tres futbolistas de mayor repercusión y valor en la plantilla del Real Madrid.
Tres futbolistas que fueron decisivos en el primer capítulo de la temporada 2024-25, con un Real Madrid aún en rodaje, tras apenas cinco entrenamientos con el grupo al completo tras el regreso tardío de siete de sus futbolistas que disputaron Eurocopa, seis de ellos, y Copa América, en el caso de Fede Valverde.
Fue sólo un primer paso en el camino, con mucho por mejorar en el entendimiento del juego de su nuevo equipo, el lenguaje en el campo con sus compañeros, su importancia en la zona del 9, pero Kylian Mbappé ya dejó trazos de lo que puede aportar. Un futbolista decisivo. Tuvo dos a pases de sus compañeros. La primera la estrelló en un defensa con un disparo que iba camino de la red. La segunda la colocó en la escuadra. Se creó él sólo otra más, en el único momento que dejó de ser asociativo, cayó a banda izquierda, encaró, desbordó y sacó un peligroso zurdazo.
Incansable en la generación de espacios, en lanzar desmarques que en pocas ocasiones fueron vistos por unos compañeros que aún deben conocer el juego de Kylian. Pero conectando bien con Vinícius, incluso buscándose con continuidad cuando el Real Madrid atravesaba los peores momentos de la final. También participativo con Bellingham y Rodrygo. El delantero que más se asoció.
Encontró el gol para debutar con buena nota en su primer día con la camiseta del Real Madrid. Mostrando la ilusión que siente por defender el escudo, conquistando su primer título europeo a nivel de clubes en el club en el que sabe que puede dar el salto a su deseada 'Champions'. Sin un sólo gesto de un rol que aún no desempeña. Consciente de que se lo tiene que ganar con buenas actuaciones y muchos goles. No rehuyó una cifra a la que sólo se acercaba el Cristiano Ronaldo más goleador, 50 tantos. Un reto de Kylian que a buen seguro daría mucho éxito a su equipo.
Con la nueva plantilla de la que dispone Carlo Ancelotti, con excedente ahora en la delantera, era esperada la vuelta al 4-3-3 por el que apostó en su regreso a la casa blanca y que modificó el pasado curso sin Karim Benzema y para explotar las virtudes de Bellingham en área rival.
Para ello el inglés regresa al origen, retrasa metros y juega en una demarcación similar a la que le convirtió en estrella en el Borussia Dortmund. La situación que debe resolver Ancelotti apunta al estilo y más aún tras una primera parte ante el Atalanta, en la que el marcaje individual provocó el abuso del balón en largo, pérdidas constantes y la añoranza a Toni Kroos.
Nadie puede aspirar a la precisión en largo del centrocampista alemán y no hay un jugador en la plantilla con la capacidad para dar sentido a cada acción con balón. Quizás Luka Modric, cerca de cumplir 39 años y sin el físico para tener continuidad en una temporada en la que el Real madrid superará los 70 partidos.
Con Eduardo Camavinga lesionado en vísperas de la final, no cumplieron en el primer acto en la tarea Aurélien Tchouaméni, con pérdidas graves que pudieron costar caras, ni Fede Valverde. Lejos de la banda le costó al uruguayo encontrar espacio para lanzar sus conducciones de peligro, carreras que rompieron líneas, incómodo en el centro sin las virtudes en el toque que exhibía Kroos.
La clase la acabó imponiendo Bellingham, disfrazado de Zinedine Zidane en movimientos con balón, controles y pases al espacio. En la segunda parte rescató el mejor de sus niveles para echarse el Real Madrid a sus espaldas y ser nombrado el mejor jugador de la final.
Aunque el más decisivo sigue siendo Vinícius que dinamitó el partido con una acción decisiva. Imparable en el arranque con buena acción de regate en corto y visión en la asistencia a Valverde, el regalo que enterró la igualdad cuando el Real Madrid ya merecía ponerse por delante.
Tan decisivo como el brasileño fue Thibaut Courtois. El portero belga sigue extendiendo una racha sin encajar goles desde que cerró el peor momento de su carrera, con dos lesiones consecutivas de rodilla.
Desde su vuelta en la recta final de la pasada temporada no ha encajado en seis encuentros, entre ellos la final de la 'Champions' y ahora de una Supercopa de Europa en la que fue decisivo con un vuelo para salvar con su estirada un remate de cabeza que le pilló a contrapié. Con empate en el marcador, volvió a reivindicar su importancia en un Real Madrid más ofensivo en el que asume el reto de extender los 513 minutos de juego que encadena sin gol.