Vinicius Jr ha vuelto a las andadas. A pesar de que pase el tiempo, el futbolista brasileño del Real Madrid sigue más pendiente de las cosas extradeportivas que de lo que pasa dentro del terreno de juego. Y eso ni le viene bien a él, ni le beneficia a su equipo. Esta noche, en Gran Canaria, el enésimo episodio.
El conjunto de Carlo Ancelotti ha vuelto a dejar serias dudas en la tercera jornada de LALIGA EA Sports. Las Palmas ha conseguido un empate ante el vigente campeón de la competición en un encuentro en el que los blancos fueron siempre a remolque.
Alberto Moleiro adelantó a los canarios en el minuto 5 de partido. El tinerfeño combinó con el escocés Oliver McBurnie y aprovechó los espacios en la defensa merengue para batir a Thibaut Courtois.
En ninguna fase del campo, el equipo de la capital de España encontró la claridad que se prevé con los nombres que forman su equipo. Brahim y Modric fueron titulares, aunque el internacional con Marruecos fue sustituido en el descanso por un Rodrygo que aportó otros aires al ataque.
En la segunda parte mejoraron, pero tuvo que ser desde los 11 metros desde donde llegó el empate. Vinicius fue el encargado de transformar la pena máxima señalada por una mano de Álex Suárez. Y eso fue, desde luego, lo mejor que hizo el '7'.
En el 86', Carletto decidió sustituirle por Endrick, en busca de una actuación del joven ariete como la que ofreció el domingo en el Santiago Bernabéu. Vinicius salió del terreno de juego por una zona alejada del banquillo y fue caminando, rodeando la línea de cal, hasta la zona de descanso.
En el paseo, el carioca recuperó un gesto de cierta prepotencia que encendió a los aficionados canariones. Quizás los comentarios que él estaba recibiendo desde la grada no eran los más agradables, pero de una figura pública como la suya, se espera un comportamiento ajeno a esas provocaciones.
Se echó la mano al pecho y sacudió el escudo del Real Madrid mientras esbozaba una ligera sonrisa, irónica, posiblemente. Porque el nuevo pinchazo blanco en la tercera fecha del campeonato, colocándose a cuatro puntos del líder, el Barça, no le hará ni pizca de gracia.