Kylian Mbappé se ha convertido en el gran protagonista del triunfo del Real Madrid ante el Betis. Primero, porque se mostró bloqueado durante 70 minutos, estrellando todos sus disparos en la defensa y lejos de mostrar su mejor versión. Y luego, por todo lo contrario: un doblete en 7 minutos, el primero tras un pase mágico de Fede Valverde y el segundo, de penalti. Penalti con cierta polémica que provocó Vinícius, que en esta caso cedió el lanzamiento al francés.
Una primera noche de ensueño en el Santiago Bernabéu que, en cualquier caso, no empezó bien. Kylian volvió a jugar como referencia ofensiva, aunque a veces se cambiaba de posición con Vinícius para partir desde la izquierda. Recibió en el área y cerca de la esquina de la misma en varias acciones y lo intentó con varios disparos, pero casi todos se estrellaron en el muro defensivo del Betis.
El galo estaba bloqueado... hasta que llegó la liberación. A los 67 minutos, Fede Valverde se inventó un pase mágico de tacón en la frontal del área que dejó solo a Mbappé, que batió de maravilla a Rui Silva. Su primer gol en el Bernabéu lo celebró a lo grande, tirándose como acostumbra de rodillas sobre el césped y haciendo su gesto habitual cruzando los brazos.
Pero aún había más. Apenas 5 minutos después, Vinícius cayó en el área ante Rui Silva, pero Alberola Rojas y su asistente señalaron fuera de juego. El VAR corrigió la acción: no había posición antirreglamentaria, por lo que existía la posibilidad de que hubiera pena máxima. El colegiado se fue al monitor y, finalmente, pitó penalti.
A diferencia del partido ante Las Palmas, cuando Vinícius fue el encargado de tirar el lanzamiento de penalti, en esta ocasión fue Mbappé quien cogió la pelota y lanzó desde los once metros. Desde ahí engañó a Rui Silva para hacer el 2-0 y dejar el partido visto para sentencia. En el 83', Carlo Ancelotti le sustituyó y se llevó la ovación de la parroquia blanca, que disfrutó de su primera gran noche en Chamartín.