El centro del campo del Real Madrid no pasa por su mejor momento desde la salida de Toni Kroos. Ni Tchouaméni, ni Camavinga, ni Modric, incluso Bellingham, están por debajo del rendimiento esperado. El único que se salva es Fede Valverde, incombustible. Pero el uruguayo no puede echarse el equipo a la espalda en cada partido y acusa un compañero estable y con calidad para desatascar el juego del equipo blanco. Lo raro es que Ancelotti no apueste más por Arda Güler.
El joven centrocampista turco es el futbolista más importante en su selección. Ya maravilló al madridismo con sus irrupciones y goles la pasada temporada, pero este año el entrenador italiano ha preferido condenarle al ostracismo. Ancelotti lo ha justificado con la “feroz competencia” en el equipo merengue. Para muchos, un error, puesto que debería apostar más por los jóvenes, tal y como hacen rivales como el FC Barcelona. Modric no va a poder jugar siempre y cada vez aguanta menos minutos de seguido.
Este año solo ha jugado 292 minutos con la elástica blanca (251’ en LALIGA, 39’ en Champions League y 2’ en la Supercopa de Europa). Unos números casi inexistentes comparándolos con jugadores que apenas tienen descanso. Ni las lesiones de Camavinga o Bellingham durante el inicio de temporada le han permitido situarse como mera opción y, aunque el turco está muy contento en el Real Madrid, también considera que necesita regularidad.
En la temporada pasada fue clave en la recta final de LALIGA y acabó anotando 6 goles, llenando de memes virales las redes sobre su gran efectividad. Nada debería impedir que esta temporada fuese, incluso, más importante que la anterior. Sobre todo, con la visión puesta en el futuro y en los galones que puede obtener un joven que ya es una leyenda en su país. La actitud la tiene, ahora le faltan los minutos.