Vinicius volvió a ser protagonista en el partido que tuvo lugar el pasado fin de semana en Vallecas entre el Rayo Vallecano y el Real Madrid. El futbolista, tras recibir cánticos de "Vinicius, Balón de playa", hizo un gesto a la grada cuando se dirigía a vestuarios. Con la mano hizo una señal de "a Segunda" que fue viral en redes sociales. Hasta el punto de que LALIGA ha decidido denunciar ambas situaciones ante el Comité de Disciplina.
Algo que se ha hecho saber este mismo lunes que desde la organización se presentará ante el Comité Disciplinario. De esta manera, el futbolista no solo podría tener una sanción del partido que se perderá ante el Sevilla tras recibir la quinta amarilla. Cabe destacar que desde el club vallecano no se decidió a empreder denuncia alguna ante el Comité como sí se ha hecho desde la propia liga.
Una circunstancia que en Mundo Deportivo se señala que tenían de plazo hasta las 14:00 horas. El medio expresa que esta actitud del cuadro vallecano evitaba que el brasileño pudiera menterse en un problema, porque tenía que abrirse un procedimiento extraordinario que podía concluir con ausencia de sanción o una propuesta del juez instructor de cara a un castigo al madridista.
De hecho, podría perdese de cuatro partidos a 12 partidos por sanción según el artículo 98, que recoge las provocaciones al público de caracter grave. "Porovar la animosidad del público, obteniendo tal proposito, salvo que, por prodicirse, como consecuencia de ello, incidentes graves, la infracción fuere constitutiva de mayor entidad, se sancionará de cuatro a doce partidos", dice la normativa.
Un partido, el de Vallecas que también contó con polémica y además con el mismo protagonista. Una acción sobre el brasileño, tras recibir una patada de Mumin junto a Bellingham que cayó en el área del Rayo Vallecano, no fue señalada como tal. Algo que tanto el técnico madridista, que dijo que era un penalti claro, como el rayista, dando la posibilidad a que tuviera que haberse señalado los once metros, expusieron la decisión contraria a la que se tomó en el partido.
De hecho, posteriormente, el árbitro reconoció a Vinicius que pudo haberse equivocado.