El Real Madrid ha aguantado estoicamente sobre el campo la celebración de los jugadores del FC Barcelona tras proclamarse campeones de la Supercopa de España y dejar al conjunto blanco sin opciones de conseguir el ansiado septete. Vinicius, Dani Ceballos y compañía han dejado una imagen cargada de deportividad para poner en todas las escuelas de fútbol.
Tras los árbitros del encuentro, los jugadores del Real Madrid y Carlo Ancelotti subieron al podio para recoger sus medallas de subcampeones de la Supercopa de España de las manos de Louzán, el nuevo presidente de la RFEF. Tras colgárselas al cuello, ni un jugador del conjunto blanco se la quitó, al menos, el tiempo que duró la celebración del FC Barcelona sobre el campo.
Acostumbrados a que muchos jugadores se quiten la medalla de plata, incluso, a los pocos segundos de recibirlas, los futbolistas del Real Madrid dieron ejemplo a los más pequeños y mostraron una vez más el señorío que les caracteriza.
Una vez los jugadores del FC Barcelona levantaron la copa de campeón, los futbolistas del Real Madrid, cabizbajos, enfilaron el túnel de vestuarios para empezar a digerir la abultada derrota ante el eterno rival.