Tres puntos sin excusa
Si el Oviedo visitase La Caseta a principio de temporada se señalaría el encuentro como una salida complicada. La realidad dice que en este momento de la temporada, el Noja parece uno de los rivales más asequibles del grupo. Colista, con sólo 13 futbolistas en su plantilla y acosado por los problemas económicos, el conjunto cántabro podría jugar hoy su último partido y retirarse de la competición. Ese es el motivo que obliga a los azules a ganar ya que de no hacerlo sería el único del grupo que no sumase los tres puntos en la segunda vuelta porque al resto le darán ese partido por ganado, en caso de retirada.
Carlos Granero ha insistido mucho en la necesidad de afrontar el encuentro obviando las cuestiones extradeportivas. El Oviedo debe saber lo que necesita el partido y que pasa por mantener un ritmo muy alto que obligue a mucho desgaste al Noja y, sobre todo, ponerse por delante en el marcador. El pasado domingo, los cántabros aguantaron en Mareo hasta encajar el primer gol, pero luego se vinieron abajo.
La línea marcada en los dos últimos encuentros de Liga es la deseada para sacar adelante el encuentro. La firmeza defensiva apuntada ante Caudal y Burgos se antoja como una de las claves para seguir aspirando al primer puesto al final del campeonato. El equipo tiene ante sí la oportunidad de encadenar tres victorias consecutivas por primera vez en la Liga y ese sería el mejor mensaje para que el entorno recupere la confianza en las posibilidades del equipo.
La convocatoria de Granero no deparó grandes sorpresas. Eneko por Señé fue el único cambio introducido por el técnico valenciano, que podría apostar por la misma alienación que estrenó 2014 con un triunfo en casa.
El Oviedo pasará una nueva prueba de madurez ante un equipo que empezó la temporada con cinco ex oviedistas en sus filas -Owona, Kily, Rubén García, Xavi Moré y Jorge Rodríguez- de los que hoy sólo estarán sobre el campo Owona y Rubén García. El técnico asturiano Marco Díaz sólo dispone de once jugadores para el encuentro y deberá completar la convocatoria con juveniles, a la espera de que se produzca un milagro que consiga salvar al equipo de una desaparición que el resto del grupo da por hecha.