Aunque muchos no entendieron la decisión del jugador, la apuesta de erice estuvo centrada en ayudar al vestuario a pasar el trago de la derrota ante el Ferrol y no quería perderse el encuentro ante el Tropezón ya que se sentía con fuerzas para afrontar un encuentro que se anunciaba muy tenso como al final sucedió.
Una vez concluido el encuentro, el navarro se dirigió a Pamplona para estar junto a su mujer y su nueva hija y tiene previsto regresar a Oviedo para incorporarse a los entrenamientos con el resto del grupo el miércoles a las 10.00 horas y empezar a preparar el encuentro del próximo domingo ante la UD Logroñés.