Para un técnico tan joven y una apuesta tan arriesgada por parte del club, esa comunión con los profesionales parece indispensable, “cuando haces tu trabajo es importante que la gente que está contigo te respalde”, reconoció el técnico, que entiende que el cambio dado por el equipo tiene un origen claro: “Fueron dos resultados los que nos cambiaron la dinámica, nos pudo más el miedo a la situación que se podía dar y eso es lo que nos ha traído hasta aquí”.
Tampoco se trata de achacar todos los males a los resultados negativos de la semana pasada, “el desgaste emocional de la plantilla es muy grande y cualquiera que lo quiera analizar se va a dar cuenta. Desde la primera jornada el Oviedo juega como si fuera una final y eso provoca un desgaste muy grande”, explicó Robles. El preparador oviedista reconoció que: “Hay momentos en que ves al equipo muerto psicológicamente, no por sensaciones sino por los resultados, eso se debe trabajar día a día desde el principio de temporada, que el futbolista lo tenga claro y dé el nivel desde el principio”.
Cuando los problemas futbolísticos, reconocidos por los jugadores, se combinan con la cuestión anímica, el resultado es complejo de cambiar. “Todo lo que tenga que ver con la mente si no se ve respaldado por los resultados tú no crees en ello”, aseveró Robles, que encontró un ejemplo perfecto en el Atlético de Madrid: “Hagas lo que hagas, si consigues resultados te ves más importante de lo que eres y con más cualidades; creces en confianza y te lleva a conseguir cosas increíbles. Si eso no lo consigues a nivel de resultados te hace tener más dudas en ti mismo”.
Robles tiene muy claro que ese desgaste mental no sólo afecta al vestuario, “Es un desgaste para la plantilla, para la afición, para los empleados. Desde el primer año en que se baja a Tercera las críticas fueron más livianas para el equipo pero cuando las cosas no llegan acabas desgastado, pero todo el mundo”. A su juicio esa situación “creo que es el verdadero problema, ser conscientes de todo eso pero claro es un discurso que no gusta”.
Cuando se gira la mirada hacia la situación deportiva, Robles insiste en su mensaje del corto plazo: “Hay que pensar en el partido del Celta B. El sábado pasado, cuando acabó el partido pensamos que estaba todo decidido y el domingo a las 8 había un nuevo panorama”.
El domingo visita el Tartiere un equipo que está peleando por salir de las últimas posiciones, pero al que Robles respeta mucho: “Su competición es librar el descenso, empezaron muy bien pero los resultados no acompañaron el juego que estaban haciendo y se metieron en esa dinámica mala. Puede ser el equipo que mejor conozco, tienen mucha gente del División de Honor, el entrenador también subió con ellos, tiene muchos jugadores en la selección sub 19 pero sin resultados llegan dudas”.