Susaeta no tuvo un inicio de competición fácil con el Oviedo y se convirtió en una de las dianas de la grada. Ahora nadie le discute el papel de hombre clave: "Me alegro, tal y como está la situación salir del campo con semejante ovación es algo que agrada a los futbolistas". Las críticas siempre llegan a los jugadores, "hay quien pueda pensar que no escuchamos nada, pero nos duele cuando escuchas cosas feas o nos pitan y nos agrada cuando nos aplauden". La satisfacción personal es grande porque "he conseguido darle la vuelta a mi situación y estoy contento porque hubo momentos de la temporada en los que no lo he pasado bien y me agrada que la gente esté contenta ahora con mi trabajo".
Con los tres goles anotados frente al Celta B ya son ocho los acumulados en el curso, que le convierten en el segundo máximo goleador del equipo, por detrás de Diego Cervero. Desde fuera no pareció festejar en exceso sus tantos, "estoy más contento hoy que ayer, quizá por lo años o porque soy un poco vinagre en el campo, pero cuando llegué a casa con el balón firmado por los compañeros me sentí más contento", además reconoció que "no estamos en una situación para muchas celebraciones", aunque si agradeció que entrase la falta del 1-0: "Llevaba toda la temporada lanzándolas, que es uno de mis aspectos fuertes, y no me estaban saliendo bien. Me salió un buen gol".
En el análisis global del encuentro, Susaeta agradeció la respuesta del bloque: "Conseguimos un buen resultado y ganamos porque de no haberlo hecho se nos hubiera complicado mucho la situación" y ahora la vista se pone en el futuro: "El partido del domingo en Ferrol es crucial, sabemos de su importancia y vamos a prepararlo a tope".
La final de A Malata se puede ver como un problema o como la oportunidad que nadie le daba ya al equipo. "Nosotros nos hemos metido en esta situación, hemos ido primeros, segundos, terceros y cuartos clasificados, pero ahora estamos sin margen de error. Sabemos la situación que hay y tenemos que ser valientes". Esa valentía no debe confundirse con temeridad: "Lo afrontamos con la máxima importancia porque es así, ellos van segundos y nosotros, quintos. Si perdemos en Ferrol prácticamente daríamos por perdida la temporada, sabemos lo que nos jugamos en A Malata".
El duelo de la primera vuelta contra el Ferrol puede ser la mejor explicación de lo que está siendo el año del Oviedo: "Fue atípico porque jugamos una primera parte muy buena, mientras que la segunda fue un desastre. Es un ejemplo de lo que fue nuestra temporada, que somos capaces de lo mejor y de lo peor". La receta para sacar el encuentro adelante está clara: "Si somos capaces de ser valientes dentro del campo seguro que las cosas saldrán bien. Se afronta mucho mejor un partido después de ganar por 5-1 que después de la semana que vivimos en Galicia".