En la historia del fútbol y del Real Oviedo se pueden encontrar casos, cuanto menos, rocambolescos. Uno de ellos es el que se remonta al año 1928, cuando el conjunto carbayón acabó proclamándose campeón de un torneo ahora extinto y del que pocas noticias hay en las hemerotecas.
La historia de la Copa Consolación surge en 1927. Por entonces no existía el campeonato nacional de Liga, por lo que la competición a nivel nacional se limitaba a la Copa. Eso sí, los equipos que caían eliminados de forma temprana se encontraban con un panorama desolador, donde tendrían que estar un gran número de meses sin competir.
Es entonces cuando se inventa la Copa Consolación, un torneo que tuvo un desarrollo irregular en cuanto a fechas y que tampoco llegó a tener continuidad en el tiempo.
Real Oviedo, Racing de Madrid y Osasuna fueron los tres primeros equipos en participar en esta Copa, que tuvo su inicio oficial el 10 de abril de 1927 con una victoria de Osasuna sobre el Oviedo, 6-1 en Pamplona. El conjunto carbayón disputó dos partidos en Teatinos, donde consiguió dos victorias: 3-2 ante el Racing de Madrid a principios de mayo y 2-1 ante Osasuna a finales del mismo mes.
El Oviedo volvió a ganar al Racing de Madrid cuatro meses después (3-4) en condición de visitante, por lo que acabó igualado a puntos con el conjunto de navarro. Finalmente se decidió jugar una final entre Osasuna y el equipo asturiano. Eso sí, se disputó a doble partido y con unas fechas, cuanto menos, extravagantes.
La final comenzó el 1 de julio de 1928, más de un año después de comenzar el torneo copero. Osasuna y Oviedo empataron (2-2) en Teatinos y hubo que programar un encuentro de vuelta que no se disputó hasta dos meses y medio después. Ya en septiembre, el Real Oviedo ganó 0-3 en Pamplona y se proclamó campeón de la Copa Consolación.