Diego Cervero es uno de los grandes símbolos del Real Oviedo y posiblemente sea el jugador emblema del conjunto carbayón después de los años que ha pasado lejos del fútbol profesional. Fue una historia que comenzó en 2003 y que tuvo varios sitios donde sucedieron capítulos que recuerdan los aficionados. Uno de esos momentos grabados en las retinas de la hinchada carbayona sucedió en el campo del Lenense, en El Sotón, cuando Diego Cervero comenzó su idilio azul anotando cuatro goles y poniendo al Oviedo líder de la categoría.
Ese partido y esa actuación individual todavía se recuerdan 14 años después por todo lo que significó y por la carga sentimental que ahora tiene. Este jueves, Diego Cervero visitó precisamente El Sotón, donde tiene lugar el Campus del Lenense, y el club le obsequió con la escuadra de la portería en la que aquel día anotó tres de los cuatro tantos.
En un campo embarrado, con un vendaje en la frente después de darse un golpe, Diego Cervero celebró los goles simulando que escanciaba sidra. Fue la primera gran actuación del delantero ovetense con el club de sus amores y el preludio de lo que estaría por venir.