El oviedismo no falló a la cita y acudió a la llamada de su equipo en Lugo. Las entradas enviadas por el club gallego al Real Oviedo se agotaron al poco de ponerse a la venta y numerosos aficionados las adquirieron en las taquillas, por lo que fueron casi 2000 aficionados azules los que estuvieron en el Anxo Carro y saborearon una victoria que la expedición carbayona les dedicó.
Ya incluso en la tarde del sábado comenzaron a llegar a Lugo las primeras avanzadillas de aficionados carbayones, esperando por el grueso que llegaron en la mañana del domingo. Las calles del casco antiguo y la muralla lucense fueron azules durante todo el día, mientras las horas iban pasando y se iba acercando uno de los momentos clave.
A las 15:00 estaba citada la afición azul en el centro de Lugo para dirigirse en un gran corteo hacia el campo, situado a las afueras. Muchos llegaron con el tiempo justo e incluso más de uno entró con el partido empezado.
Pese a estar dividida la afición carbayona en tres sectores, uno en la grada de banquillos, otro en la grada opuesta y otro en uno de los fondos, la animación fue constante durante los 90 minutos, haciéndose notar con solvencia por encima de la parroquia local.
Con el gol de Diegui llegó el primer delirio y desde ese minuto 81 hasta el pitido final, los ánimos fueron más intensos todavía en busca de ayudar al equipo a aguantar la victoria. Esos tres puntos llegaron y el extásis con ello para la expedición azul, que vio como los jugadores se acercaban a los tres sectores para brindar una victoria que hace que sea un domingo con final feliz.