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Arribas, en la órbita del Real Oviedo

Arribas celebra un gol con el Dépor (Foto: Óscar Cajide).
ElDesmarque

El Real Oviedo continúa conformando su plantilla de cara a la temporada 2019/2020 en LaLiga 1|2|3. Tras caer derrotado este sábado ante la SD Ponferradina, los de Sergio Egea necesitan seguir reforzándose y el propio técnico argentino, en sala de prensa, habló del interés del equipo carbayón en un jugador experimentado en la categoría de plataAlejandro Arribas.

El defensa madrileño, ex del Dépor o el Rayo Vallecano entre otros, se encuentra sin equipo tras su aventura en el Pumas de México. Allí jugó una temporada y media con Egea en el cuerpo técnico, por lo que el entrenador conoce bien al futbolista. Según ha podido confirmar La Nueva España, el interés del Oviedo en hacerse con este jugador de 30 años es real.

Las fuentes consultadas por el medio anteriormente citado reconocen que el cuadro azul ha preguntado por Arribas. Sin embargo, el zaguero cuenta con una buena oferta del Huesca, recién descendido a Segunda división y con mejor bagaje económico que el Oviedo. Aun así, la buena relación existente de Arribas con Michu, director deportivo carbayón, y Egea podría hacer que el de Madrid se decantara por el club oviedista.

El historial de Arribas

La trayectoria de Arribas es amplia. Comenzó su andadura futbolística en las categorías inferiores del Navalcarnero. Estando allí, el Rayo Vallecano se fijó en él y se lo acabó llevando para militar en el B unos años hasta que en 2010 ascendió al primer equipo franjirrojo. Más tarde recaló en el CA Osasuna y su buen juego provocó que el Sevilla FC pusiera sus ojos en él. Arribas llegó al conjunto hispalense en 2014 y permaneció una temporada hasta que el Dépor lo fichó.

Dos temporadas y media más tarde, el conjunto coruñés lo vendió al Pumas de México, donde el zaguero ha militado hasta el pasado mes de julio, disputando un total de 47 partidos en los que anotó dos tantos.

Durante su estancia en el país azteca, Arribas sufrió una dura lesión en el codo. Desde entonces, apenas pudo disfrutar de minutos con un equipo del que salió siendo consciente de la mala fortuna que le había acompañado.

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