Javi Mier debutó con el Real Oviedo el pasado sábado en el empate ante el Málaga. El canterano jugó más de 70 minutos y asume que hizo un sueño realidad, pero al principio le sorprendió un poco: "El debut soñado en casa con mi gente. Me sorprendió porque el sábado estaba preparado para entrenar con el filial, me llamaron para entrenar con el primer equipo, lo hice como un día normal y el domingo por la tarde me comentaron que iba a jugar. Al principio estás nervioso, pero luego es como un partido normal".
Jorge Mier, su hermano, debutó el año pasado con el Oviedo, aunque apenas jugó un minuto en el Tartiere. Cuando llegó a casa, tras el partido, recibió el apoyó de toda su familia, pero también le dieron un mensaje: "Me dieron un abrazo en casa. Me dijeron que no había hecho nada, que esto era el principio, ahora trabajar para seguir. Es un orgullo tremendo, de pequeño cuando vas al campo lo sueñas como cualquier niño".
En el partido tuvo sus opciones para conseguir anotar el segundo, pero no las aprovechó. Rozada sorprendió al Málaga con su incorporación y le pidió realizar un trabajo más oscuro. Así lo explica el canterano. "Me tocó hacer un trabajo oscuro, pero es fútbol. Estoy para lo que quiera el míster". También fue protagonista de la acción desafortunada del partido, el penalti favorable al Málaga. El medio cometió mano en una acción dentro del área que fue decretada por el colegiado a instancias del VAR. "En la jugada de la mano yo me impusé, intenté quitar la mano, pero el balón iba muy rápido".