El Real Oviedo, uno de los grandes pretendientes de Dani Torres en el mercado, está cerca de perder la posibilidad de incorporar al central colombiano, pero al mismo tiempo se aprovecharía del 'efecto dominó' del mercado de fichajes, adquiriendo a Simone Grippo.
Así es enero, un puzzle al que juegan los clubes, tratando de juntar la mayor cantidad de piezas posibles sobre la mesa y sacando rédito en muchas ocasiones de los vaivenes del mercado. En este caso, el entorno del club 'carbayón' manejaba varias opciones para mejorar la plantilla, si bien una de las prioridades siempre fue la de Dani Torres.
Un central rocoso de experiencia internacional, polivalente y capaz de liderar la zaga. El 'cafetero' de 30 años, sin sitio en Vitoria, jugó la pasada temporada cedido en Albacete, equipo con el que llegó a jugar la promoción de ascenso sin éxito. En el presente curso, los tres primeros meses de competición han sido una mera anécdota en su currículum, inédito con la elástica 'babazorra'.
El Real Oviedo ya intentó firmarlo en verano, pero las diferencias económicas entre las partes frustraron su desembarco en la capital asturiana. El cuadro ovetense volvió a mostrar interés durante el pasado trimestre, pero todo apunta a que finalmente firmará por el Real Zaragoza.
Según ha podido saber ElDesmarque, las negociaciones entre las partes están muy avanzadas e incluso el Deportivo Alavés ya ha dado el primer paso rescindiendo su contrato. Un movimiento que debería liberar al mismo tiempo a Simone Grippo, una de las dos incorporaciones que espera firmar el Real Oviedo antes del cierre de mercado.