Ibra, el gran protagonista: de póker a pareja

Ibra Baldé fue el protagonista principal en el triunfo del Real Oviedo ante el Albacete. Suyos fueron dos de los tres goles de su equipo, que pudieron ser cuatro si no se hubiera encontrado en posición antirreglamentaria en dos de ellos. Sin embargo, nadie empaña la gran noche del delantero senegalés en su primera titularidad con Javi Rozada.

Todo fueron sonrisas en el seno oviedista a la conclusión del partido ante el Oviedo. Pero la más grande fue la de un Ibra que volvió a disfrutar cara a portería y en varias ocasiones. Hasta en cuatro, aunque sólo valieron dos de ellos. Suficientes para ayudar a su equipo a cosechar el triunfo seis jornadas después, además de auparse fuera de los puestos de descenso.

El primero de sus goles -el que habría el partido- fue celebrado por el senegalés y todos sus compañeros, aunque el VAR determinó la posición antirreglamentaria tras el pase de Nieto. Tuvo que esperar a la segunda parte para celebrar un gol de forma legal, tras un buen cabezazo en boca de gol.

Pero la cosa no quedaría ahí. Con el partido en su recta final, se encargó de chutar a la media vuelta y anotar el tanto de la tranquilidad, el segundo 'legal' en su cuenta particular. Todavía quedó tiempo para un cuarto gol, que el mismo linier del partido anuló sin la comprobación del videoarbitraje.

Como si de una partida de poker se tratase, Ibra consiguió anotar cuatro dianas que se quedaron en dos, bien merecidas y trabajas para elevar la confianza del futbolista, que no se encontraba en un buen momento personal como ya expresó en anteriores ocasiones. Quizá este sea el inicio de un nuevo sendero para el atacante esta temporada. Aún queda mucho por recorrer.