El parón por el coronavirus ha suspendido el deporte de manera estructural. Desde los equipos profesionales, pasando por los filiales, hasta llegar a las categorías inferiores y al fútbol base. Los entrenadores de los diferentes equipos del Real Oviedo no han querido trasmitir cómo ven el futuro.
Emilio Cañedo, técnico del filial, ha querido resaltar que el deporte queda en un segundo plano: "Lo que importa es la salud, estamos siguiendo las pautas marcadas por el club y las autoridades". En relación a la preparación de los futbolistas, el ovetense, ha indicado que no están parados. "Cada jugador lleva un planning específico. Están tranquilos, saben que tienen que cumplir con lo establecido".
Marcos Martínez, preparador del Juvenil A del Oviedo, ha dejado su punto de vista: "Es una faena estar encerrados pero se trata de una cuestión de responsabilidad y sentido común". Al igual que el filial, cada jugador tiene su plan de trabajo para perder lo mínimo posible el ritmo de competición. Jorge Menéndez, técnico del Juvenil B, añade que las claves son: "hacer ejercicio y hartarse de paciencia".
Los jugadores más pequeños necesitan más distracciones que los futbolistas en edad juvenil y senior. Por eso, David Fernández y Diego Escaloni, técnicos de los infantiles, afirman que ha puesto en marcha distintas iniciativas como "crucigramas o sopas de letras azules". Todos los entrenadores confirman las ganas de sus jugadores de volver a entrenar y a jugar, y Alfredo Merchante, entrenador del Cadete B ha transmitido que sus chicos están aburridos y están quemando energías como pueden.
Los jugadores del Benjamín A y de la Escuela del Oviedo han mandado vídeos a sus entrenadores jugando con el balón en casa y hacen videollamadas con ellos, han comentado Pablo Gálvez, preparador el Benjamín A y Pablo Valcarcel, Coordinador de la Escuela.