Jimmy, canterano del Real Oviedo, ha abierto las puertas de su domicilio para hablar con la afición y comentar su día a día y las sensaciones tras casi un mes de confinamiento. El medio reconoce que lo peor fue al principio: "Los primeros días costaron un poco mas porque no estamos acostumbrados".
Los jugadores de fútbol entrenan aunque no puedan ir a la ciudad deportiva. Cada uno tira de ingenio con los medios que tiene a su alcance. Para no caer en el aburrimiento y gestionar mejor la situación generada por el COVID-19, Jimmy entiende que lo mejor es tener un planning. "Lo importante es tener un rutina. Entreno mañana y tarde, veo series, hago videollamadas con mis amigos, leo y estoy con mi familia".
A nivel profesional también mantiene contacto con sus compañeros y tienen charlas semanales de táctica por si se reanuda la competición. "Tenemos contacto diario por whatsapp y hacemos conferencias semanales donde podemos ver vídeos de entrenamientos y partidos para aprender cosas que tenemos que mejorar".
La alimentación es un elemento prioritario dentro de la vida de un deportista profesional. Preguntado por si ha realizado algún cambio, el centrocampista del Oviedo considera que la clave esta en reducir las raciones: "Intentamos comer un poco menos de la cantidad porque los entrenamientos no son igual de duros que en El Requexón". Sin duda alguna si hay algo que los futbolistas echen de menos es el balón y Jimmy no es una excepción: "Echo de menos el balón, aunque no hay día que no intente dar unos toques con mi hermano".