Ha pasado una semana del fallecimiento de Radomir Antic y el fútbol aún no se ha recuperado de la pérdida del entrenador serbio. En la edición de este martes, el diario La Nueva España han ofrecido una entrevista telefónica con la hija de Antic, que tenía alrededor de la mayoría de edad cuando su padre entrenaba al Real Oviedo.
Ha aprovechado esta aparición en los medios para dar las gracias por todo el apoyo recibido y todas las muestras de cariño enviadas a la familia. Lo que más le repetían era la capacidad de Antic de ir más allá del fútbol: "Mi padre les inculcó valores, era consciente de lo que le podía dar el fútbol a la sociedad y trató de humanizarlo".
Sin duda, esos valores los intentó trasmitir en casa. Ana Antic recordará a su padre por "su eterna sonrisa, su amabilidad y su fácil trato con todo el mundo". Tiene muy buenos recuerdos de Oviedo por su belleza y por su calidad de vida. "Siempre aprovechábamos los días libres para conocer Asturias. Hay muchas montañas y a mi padre le recordaba a Serbia".
A pesar de que Antic entrenó a equipos de nivel mundial como el Real Madrid, el Atlético de Madrid y el Barcelona, siempre llevó a Oviedo en el corazón. "Mi padre era embajador de Asturias y de Oviedo por el mundo". Su espina clavada fue el descenso en su segunda etapa en el conjunto carbayón. "Mi padre siempre decía que el Oviedo estaba en un puesto que no merecía, que debía estar más arriba".
Confiesa que tras la segunda estancia de su padre en la ciudad ha visitado Oviedo en contadas ocasiones, por trabajo o por visitas médicas. Pero no por ello se ha olvidado de los asturianos: "Asturias está en nuestro corazón y agradecemos a toda la gente el trato".