El mundo del fútbol da muchas vueltas, por ello es preciso escarvar en ciertos momentos del pasado en la vida de los futbolistas para entender toda su carrera. David Villa creció con la camiseta del Sporting de Gijón y, con el paso del tiempo, se convirtió en leyenda de la escuela de Mareo; un ejemplo para todos los niños que golpean la pelota en una de las canteras más prolíficas de España.
Pero la historia pudo ser bien distinta. Con 8 años, el gran rival rojiblanco en el Principado, el Real Oviedo, descartó al pequeño futbolista durante una prueba. Fue una de las primeras piedras en la carrera del delantero, pero su llegada a la academia de Langreo, club que lo firmaría apenas dos días después, desató la historia que todos conocemos hoy día.
En una entrevista para VIP Deportivo, Villa reconoce la oportunidad que tuvo de haber entrado en las categorías inferiores del cuadro 'carbayón'. "¿Soñar con jugar en el Real Oviedo? En aquella época yo sólo quería y soñaba con jugar al fútbol. A los dos días entré en la academia de Langreo y fui muy feliz desde el primer día, no lo tomé con un paso atrás", explica.
Una vez allí, acomodado en su nuevo equipo, la historia cobra el ritmo que nos lleva a entender la actualidad. Goles, goles y más goles llegaron a oídos del Sporting, que propició su llegada a Gijón. Del 'B' pasó al Molinón, siempre con el apoyo de Quini, hasta ganarse un nombre en el panorama futbolístico español.
Real Zaragoza, Valencia, Barcelona, Atlético de Madrid, New York City, Melbourne City y Vissel Kobe terminaron por asentarlo en la historia con 13 títulos. Sin olvidar sus éxitos en la selección española, figura clave en la consecución de la Eurocopa 2008 y del Mundial 2010.
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— David Villa (@Guaje7Villa) April 11, 2020