Martínez Oblanca, positivo por coronavirus tras estar ayudando como enfermero en Gijón

El diputado asturiano Isidro Martínez Oblanca, ha dado positivo en el test rápido de coronavirus al que sometió esta mañana en el Hopistal de Cabueñes. Está confinado en su domicilio a la espera de la confirmación de la prueba PCR. Martínez Oblanca, representa a Foro Asturias en el Congreso de los Diputados, llevaba desde principios de abril ayudando como enfermero en el Hospital de la Cruz Roja en Gijón. Mientras mantenía su labor parlamentaria.

Oblanca tenía asumido que el contagio se podría dar cuando pidió volver al que era su puesto de trabajo.  En noviembre se dio de alta y recuperó su acta de diputado. "Como tengo 63 años, mis compañeros me consideraban población de riesgo y no me pusieron en contacto con los pacientes de COVID, estaba en las plantas convencionales", cuenta el propio diputado.

Durante el último mes fue así alternando su presencia en los plenos del Congreso en Madrid con la asistencia a los enfermos en el hospital de la Cruz Roja de Gijón. El diputado relata sus funciones en el hospita: "Mi misión era actuar un poco de enlace entre los pacientes y sus familiares, ahora que las visitas al centro están rigurosamente prohibidas. Organizaba las videollamadas y estaba en contacto con ellos; ha sido una experiencia maravillosa y difícil a la vez".

Una vez comenzado el estado de alarma, Isidro se había puesto en contacto con Ministerio de Defensa para colaborar como enfermero. Algo que la ministra Margarita Robles agradeció públicamente. Así cuenta como se produjo su intervención: "Había leído que se estaban preparando para levantar hospitales militares y como vivo cerca de Cabueñes e hice la mili en sanidad militar, creía que podía aportar".

Martínez Oblanca, de Cabueñes al Cruz Roja

"Tuve que hablarlo con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet y modificar antes mi declaración de actividades. como es una labor voluntaria y no retribuida al final pude hacerla. Soy enfermero, si en esta situación no te sientes obligado a echar una mano, no sé cuándo", concluye Martínez Oblanca.