El Real Oviedo llevó a cabo, este verano, varios refuerzos para apuntalar su plantilla. La idea era la de no pasar tantos apuros como el pasado curso. De momento, algunas de las piezas comienzan a dar frutos, mientras que se espera que otras emerjan próximamente. La dirección deportiva que encabeza Arnau tuvo un verano intenso y parece ser que será igual en la presente temporada, ante la gran cantidad de contratos que expiran el próximo mes de junio de 2021.
Parece una fecha lejana, pero dentro de poco el Oviedo tendrá que empezar a mover ficha en este apartado si no quiere encontrarse con un problema mayor más adelante. Y es que hasta 12 jugadores del conjunto carbayón terminan contrato el próximo mes de junio. Queda un año por delante y trabajo por hacer.
La defensa es la zona donde más debe incidir el club, si quiere seguir contando con algunos de los hombres que ya posee. Hombres como Carlos Hernández, Grippo, Christian Fernández, Mossa, Diegui, Juanjo Nieto y Lucas Ahijado tienen por delante poco más de ocho meses de contrato en vigor.
En la zona central aparecen el canterano Riki, el recién llegado Aburjania o Tejera, una pieza de gran importancia en el equipo. De perfil más atacante están Sangalli, otro de los fijos en los esquemas de Ziganda, y Rodri, uno de los delanteros del equipo.
A todos ellos hay que sumar las cesiones que finalizan el próximo curso: Brazao, Edgar, Nahuel Leiva, Cedric Teguia, Blanco Leschuk y Rafa Mújica.
De su rendimiento también dependerá la continuidad de algunos, además de la intención de los mismos por seguir en Oviedo. A partir del 1 de enero, el mercado vuelve a quedar abierto y todos ellos estarán a disposición de negociar futuros contratos. Arnau y su equipo tendrán que comenzar a mover ficha pronto por algunos de ellos.