Gustavo Blanco Leschuk ha sido el protagonista en la rueda de prensa del Real Oviedo este martes. El delantero argentino de orígen ucraniano ha caído de pie en el Carlos Tartiere, convirtiéndose en uno de los jugadores más queridos por la afición.
En sus propias palabras, Leschuk se siente "feliz y valorado" en la capital de Asturias, ya que considera que "la gente valora el trabajo que hago sobre el campo". Y es que nunca ha sido un delantero excesivamente goleador, pero sus números en esta media temporada como carbayón no son nada desdeñables: ha anotado cuatro goles, por el momento.
Aún así, también es autocrítico y ha admitido que necesita "ser más efectivo en el área y generar más ocasiones". Algo que se produce con más facilidad cuando José Ángel Ziganda alinea a "otro delantero más" junto a él, según sus palabras.
"Estoy cómodo con cualquier compañero en ataque, y si fuera posible preferiría jugar con dos más. Tengo muchas oportunidades que no meto y eso es algo que necesito mejorar", añade.
El argentino fue claro respecto a su objetivo personal de llegar a competir en LaLiga Santander y se mostró encantado con la idea de poder hacerlo en la capital asturiana. Por eso mismo, trabaja por colocar al equipo "entre los seis primeros y ver luego qué pasa".
Aunque para ello, debería ascender y después, prolongar la cesión con el Antalyaspor turco o que el club se animase a adquirirlo en propiedad. El argentino recordó que tiene dos años más de contrato en la liga turca, por lo que pensar en un futuro como carbayón "depende de terceros".
Blanco Leschuk ha vuelto al trabajo junto a sus compañeros este martes, con la vuelta de Borja Sánchez tras superar el Coronavirus.