Miguel Pérez Cuesta, Michu, está pasando por su peor momento desde que se pusiera al frente de la dirección deportiva del Burgos CF. El ex del Real Oviedo podría estar viviendo sus últimas horas en El Plantío debido a sus discrepancias con los propietarios del club, la millonaria familia Caselli, debido a la situación como entrenador del conjunto blanquinegro de Julián Calero, quien fuera segundo de Fernando Hierro en su etapa en la capital del Principado.
De ello informa el Diario de Burgos, que señala que el técnico madrileño, apuesta personal de Michu, no tiene la ficha federativa en regla y aún no ha podido sentarse en el banquillo burgalés desde que se hiciese cargo de la primera plantilla, el pasado 30 de junio. Es por ello que Calero medita presentar su renuncia en caso de que no haya una pronta solución. A ello hay que añadir que la entidad mantiene un litigio con su anterior entrenador, José María Salmerón.
Eso sí, la situación puramente deportiva es inmejorable. Tras nueve jornadas, el Burgos es líder del Grupo 1B de Segunda B, en el que también está el Vetusta. Sin ir más lejos, hace unas semanas, los blanquinegros le endosaron un contundente 4-0 al filial azul en su visita a El Plantío. Un partido en el que destacó el que fuera capitán del Real Oviedo Saúl Berjón. Es uno de los cuatro jugadores del equipo burgalés con pasado carbayón, además de Galder Cerrajería, Roberto Alarcón y Rubén Lobato.
Michu llegó al Burgos mediado el mes de diciembre de 2019. Para su llegada, el dueño del club, Antonio Caselli, viajó a la ciudad burgalesa para acudir a la Junta de Accionistas de la entidad y aprovechar para cerrar el acuerdo con el ovetense. Apenas un mes antes se había desvinculado del Real Oviedo ante la pérdida de confianza de los dirigentes. Una etapa que tan solo duró siete meses.