En junio de 2019, el Real Oviedo anunciaba la subida de una tacada de siete jugadores del Vetusta al primer equipo. Jimmy, Borja Sánchez, Edu Cortina, Lucas Ahijado, Viti Rozada, Steven Prieto, y Andoni Ugarte. Tras la pretemporada, con Sergio Egea a los mandos, solo los cuatro primeros se quedaban, mientras que los otros tres regresaban al filial. El último de ellos, Ugarte, ni siquiera ha tenido aún la oportunidad de debutar con los 'grandes'... y no podrá hacerlos. Cuatro años después de su llegada, el capitán pone punto y final a su paso por la entidad asturiana sin haber podido cumplir ese sueño.
Ugarte aterrizó en El Requexón en el verano de 2018, con 23 años, para reforzar el Vetusta. Lo hacía procedente del Sanse, filial de la Real Sociedad. Tras una primera temporada a un gran nivel, en la que se convirtió en pieza indiscutible del conjunto azul, fue uno de los jugadores que alcanzó un acuerdo con el Real Oviedo para formar parte del primer equipo desde para la 19/20, siempre y cuando obtuviera el visto de Egea. Finalmente, el argentino no vio preparado al de Oñati y volvió al filial.
Su condición de mayor de 21 años le impedía compaginar el Vetusta con la primera plantilla, por lo que tendría que esperar hasta el siguiente verano para saber si dispondría de la oportunidad que le fue arrebatada la pretemporada anterior. Pero no fue así. Completó el trabajo estival a las órdenes del 'Cuco' Ziganda, pero en un mercado marcado por la pandemia del coronavirus, el técnico y Francesc Arnau no consideraron reforzar el centro de la defensa y Ugarte continuó una campaña más en el filial.
Ahora, el futbolista vasco acaba contrato y a sus 26 años no entra en los planes del Real Oviedo. Sin ir más lejos, ya se ha despedido de sus compañeros y de los miembros del cuerpo técnico del Vetusta y se va de vacaciones con el futuro en el aire. Abandona el club con 7.298 minutos repartidos en 82 partidos, siete goles y una asistencia con la elástica azul.