El Real Oviedo recibía en el Carlos Tartiere a un Girona que llegaba tras sumar los tres puntos ante el Real Valladolid en la sexta jornada se LaLiga SmartBank. Un encuentro que concluyó con un empate a cero y la expulsión de Samuel Obeng en el tramo final. Esto hizo levantar las pulsaciones y a uno de los que se le notó fue Rubén Reyes.
El director deportivo carbayón, según recoge el acta de Gálvez Rascón, se dirigió al árbitro del encuentro de las siguientes formas: “Qué vergüenza, tenéis que mostrar respeto por este club”. Algo, según el mismo acta, que lo repitió en varias ocasiones.
Este hecho demuestra, una vez más, que el partido concluyó de forma caliente y no solo la expulsión del ariete ghanés. Esa acción fue la gota que colmó el vaso de una parroquia carbayona que no terminó conforme con la actuación del árbitro del encuentro.
Las palabras que recoge el acta arbitral le podrían hacer al director deportivo carbayón una fuerte sanción económica. Tendrá que esperar al Comité de Competición.
El que no quiso hablar sobre la actuación del árbitro es el técnico José Ángel Ziganda, que se centró en el final del partido: "Al final hay mucha tensión. La expulsión la vemos de nuestro color. Pensamos que es riguroso. A veces no tenemos la clama que deberíamos tener. El equipo se ha mantenido con 10 y ha salido capaz de salir con balón y sostener la pelota en algún momento. No nos han arrimado en el tiempo añadido. En el fútbol la igualdad es máxima. Tengo que ser el primero en calmar todo".